viernes, 17 de agosto de 2012

Manos, brazos y el resto del cuerpo


“Tendemos a considerar más a las personas que gesticulan al hablar” (Carol Kinsey Goman)

Las personas que gesticulan de forma activa suelen generar percepciones de energía y entusiasmo, mientras que las que no lo hacen generan una imagen fría y racional. Pero los gestos no pueden ser gratuitos. Deben enfatizar, matizar, complementar la comunicación. Cuando son anárquicos y no tienen nada que ver con el mensaje, provocan distracción o desconcierto.

Las piernas y la posición de los pies son un reflejo muy sincero de las emociones. Son la parte del cuerpo que menos atención consciente nos merece y, por tanto, la menos manipulable. Los expertos en lenguaje no verbal se fijan mucho en las posturas de los pies para desenmascarar a su interlocutor. Pies cruzados debajo de la silla indicarán una posición cerrada. Asimismo, la posición de los pies cuando uno se une a un grupo que está hablando nos dirán si somos bienvenidos o no (si no se mueven para dejarnos un lugar en un círculo imaginario en el suelo, nos están excluyendo). Todas estas pistas se descubren sin el menor intercambio verbal.

Lo que dice nuestro rostro


“La sonrisa es la más positiva de todas las expresiones emocionales” (Daniel Goleman)

Algunas investigaciones realizadas indican que el cerebro humano parece tener preferencia por los rostros felices y los reconoce más fácil y rápidamente. Es –como lo denomina Goleman en su libro– el efecto cara feliz. Mostrar una sonrisa es una buena manera de generar una primera impresión positiva, si bien la sonrisa debe ser genuina. Si no lo es, lo identificaremos porque carecerá de simetría, o sólo se reflejará en la boca (la sonrisa verdadera se detecta además en los pómulos y en los ojos). Y si es exageradamente prolongada –de 5 a 10 segundos– será muy probablemente falsa.

La gente busca expresiones faciales para saber cómo interpretar lo que le decimos. Sólo entonces dará un determinado sentido a nuestras palabras.

Datos de la Mirada


“Sólo cuando dos personas se miran directamente a los ojos existe una base real de comunicación” (Allan Pease)

Enviamos y recibimos con los ojos más mensajes que con cualquier otra parte del cuerpo. El contacto visual es esencial para conectar con la gente. Esquivar la mirada es un signo de que escondemos algo. Como nos indica Carol Kinsey, cuando una persona no es honesta nos devuelve pocas veces la mirada. Mirar a los ojos (sin caer en la mirada intimidatoria) es esencial para que haya una base de confianza en la comunicación. Y lo que veamos en los ojos del otro nos dará muchas pistas sobre lo que nos quiere decir.

Por ejemplo, ver a alguien mirando hacia arriba y a la izquierda, indica que la persona está recordando algo; hacia arriba y a la derecha, que está fantaseando, y hacia abajo y a la derecha, que está recordando un sentimiento. Una mirada que va rápidamente de un lado a otro nos dirá que la persona no está segura o se pone a la defensiva (busca inconscientemente la puerta de salida), y unos ojos llorosos y empañados dicen muy a menudo aquello para lo que no tenemos palabras.

Es esencial cuando nos comunicamos poder mirarnos a los ojos. Cualquier cosa que nos oculte la mirada directa nos limita el potencial de comunicación.

Descubre si le gustas - Hombres


La mirada
Mírala a los ojos: son el espejo de su alma. Y la manera de entornarlos, el reflejo de sus intenciones. "Si te mira a los ojos y a la boca, es buena señal", asegura Alberto Hidalgo, psicólogo y autor de "Psicología y Seducción", además de ser autor del blog de Men's Health "El Gran Seductor". "Si te mira de forma rápida y aparta sus ojos cuando hacéis contacto visual, más puntos todavía". Fíjate en detalles muy sutiles: si le brillan más los ojos y se le dilatan las pupilas, o si sonroja e inquieta cuando habláis; se trata de gestos inequívocos de que más que tilín, le haces tolón tolón


Las caricias
El hecho de que "te haga una caricia o te toque, aunque sea levemente", es buena señal. La prueba del algodón: tócale discretamente un brazo. Si ella hace lo propio (vamos, que te regala un toquecito justo después del tuyo), las probabilidades suben como la espuma. Estudia también si se acaricia el pelo, los brazos o las manos mientras habla contigo. En caso afirmativo, ve cambiándote de ropa interior: triunfas fijo.



Sus palabras
Su forma de actuar cuando habla contigo también puede arrojarte poderosas pistas sobre tus posibilidades. Todo se reduce a un par de cosas: interés y justificaciones. Quédate con la copla y apúntate un tanto si te hace preguntas interesándote por ti y tu vida. "Si tienes hermanos", dice Alberto Hidalgo, "y, sobre todo, cómo te ha ido con antiguas novias". El no va más sería que comenzase a sonreír, hacer bromas y llamarte cosas. Pero de buen rollo. En plan apodos como "tontito", "chiqui", "peque", "malo", "golfo". En cuanto a las justificaciones, recuerda este latinejo: "de excusatio non petita, accusatio manifesta". El autor de Psicología y Seducción lo ilustra con algunos ejemplos: "está contigo y va a ir a otro lugar (al servicio, pongamos por caso) y te dice que vuelve enseguida, que no te vayas. O va a salir con un amigo y, sin preguntarte nada, te dice que sólo es un amigo, que a ella no le gusta".

http://www.menshealth.es/sexo/ligar/articulo/Descubre-si-le-gustas


 “DIME COMO FIRMAS Y TE DIRÉ COMO ERES EN REALIDAD”

La firma cobra gran importancia a la hora de realizar un análisis grafológico, ya que el texto escrito expresa simbólicamente la manera en que la persona se muestra ante los demás, mientras que la firma revela como el escribiente ES realmente.
Por la tanto cada vez que firmamos estamos mostrando quienes somos íntimamente. Pero además nos estamos diciendo a nosotros mismos “como somos”. Cuantas más veces firmamos, mas veces estamos grabando en nuestro inconsciente que somos así.
Por esta razón, es importante tener en cuenta ciertos aspectos negativos que hay que tratar de evitar a la hora de decidirnos por determinada firma, ya que cada vez que firmamos reforzamos dicho concepto negativo de nosotros mismos.
Por supuesto, no significa que cambiando la firma vamos a transformar automáticamente nuestra forma de ser, pero sí, es importante que a través de nuestra firma enviemos a nuestro inconsciente el mensaje positivo de lo que queremos ser.

EJEMPLOS DE LO QUE TENEMOS QUE EVITAR AL FIRMAR

* FIRMA TACHADA: cuando hacemos esto reforzamos la idea de que no nos queremos. Nuestra autoestima esta baja. Hay una tendencia a la autodestrucción y al autocastigo, generado posiblemente por complejos de culpabilidad.



* FIRMA CON RÚBRICA ENVOLVENTE: así expresamos la necesidad de protegernos del medio, ya sea por miedo o por timidez. También sugiere una actitud egoísta y narcisista.



* FIRMA CON FRENO AL FUTURO: es cuando al terminar la firma se hace una especie de muro a la derecha. Esto actúa a manera de un freno que nos impide salir al mundo exterior, a sus desafíos y al contacto con los demás, pero tampoco permitimos que entre nadie, es una forma de aislamiento.



* FIRMA ILEGIBLE: manifiesta el descontento con uno mismo, con la propia forma de ser e implica falta de compromiso.



* FIRMA CON RÚBRICA ANGULOSA A LA IZQUIERDA: indica que la agresividad está dirigida a nosotros mismos, como un rasgo de autocrítica y sentimiento de culpa. También muestra resentimiento u hostilidad hacia el entorno familiar.



* FIRMA CON RÚBRICA ANGULOSA A LA DERECHA: expresa agresividad contra el medio externo. Es una manera de atacar para defendernos ante los posibles problemas o peligros provenientes del exterior.